miércoles, 30 de enero de 2008

Aqui quiero entregarle un especio a un escritor , tal vez un poco desconocido. Quizas usted recuerden esa pelicula "cuatro bodas y un funeral", en una escena uno de los protagonistas, homosexual el, esta despidiendo a su pareja que fallecio en una de las bodas en la cual participaron y declama un poema de W.H.Auden, para mi un escritor desconocido para ese entonces, y el poema en cuestion era "Funeral blue", un poema que habla de la existencia de ese ser que le da sentido a nuestra vida, esa persona que con su sola exitencia logra que la nuestra tenga sentido.
Este tipo fue poeta, dramaturgo y critico literario.
Aqui les regalo dicho poema y otros más, espero lo disfruten.


BLUES DEL FUNERAL


Paren todos los relojes, corten el teléfono
Eviten que el perro ladre dándole un hueso jugoso
Silencien los pianos y, con un sonido suave
Traigan el ataúd, dejen venir a los deudos

Permitan a los aviones dar círculos en lo alto
Escribiendo en el cielo el mensaje: él está muerto
Coloquen crespones alrededor de los cuellos blancos de los servidores públicos
Permitan usar guantes negros de algodón a los policías.

Él era mi norte, mi sur, mi este y mi oeste
Mi semana de trabajo y mi domingo de descanso,
Mi mediodía, mi medianoche, mi conversación, mi canción;
Pensé que el amor duraría para siempre: me equivoqué.

Ahora no se necesitan las estrellas sáquelas todas;
Llévense la luna y desmantelen el sol;
Vacíen el océano y limpien el fondo;
Pues nada, ahora podrá ser como antes.



CAPITÁN Y CONTRAMAESTRE

En los bares de Dick el Sucio y Joe el Desgarbado

nuestras copas bebimos de un trago,

unos con Margery arriba fueron,

otros, ay, con Kate;

y de dos en dos, como gato y ratón,

los desamparados jugaron a las casitas.

Allí la rica Meg, la amiga del marino

y Marion, la de ojos de vaca,

me abrieron sus brazos, pero yo

me negué a pasar adentro;

no andaba yo tras una jaula

donde desanimarme en mi vejez.

Los ruiseñores lloran en

los huertos de nuestras madres,

y los corazones que hace tiempo destrozamos

hace tiempo que destrozan a otros;

las lágrimas son redondas, el mar es profundo:

échalas por la borda y a dormir.



DECIDME CÓMO ES EL AMOR

Unos dicen que el amor es un niño

y otros dicen que es un pájaro,

unos dicen que es lo que mueve el mundo,

y otros dicen que eso es absurdo,

y cuando le pregunté al vecino de al lado,

que parecía como si lo supiese,

su mujer se enfadó mucho

y me dijo que no iba a sacar nada.

¿Se parece acaso a una pijama,

o al jamón de las clínicas de reposo?

¿Su olor recuerda a las llamas

o es un olor reconfortante?

¿Tiene espinas como un seto,

o es blando como pelusa de edredón?

¿Es afilado o tiene el borde suave?

Venga, decidme cómo es el amor.

Nuestros libros de historia se refieren a él

con notas minúsculas y crípticas ,

es un tema bastante habitual en

los barcos trasatlánticos;

he encontrado menciones al asunto

en relatos de suicidios,

e incluso lo he visto escrito

en contracubiertas de guías ferroviarias.

¿Aúlla como un pastor alemán hambriento

o retruena como una banda de ejército?

¿Alguien puede hacerme una buena imitación

con una sierra o con un Steinway Grand?

¿Cuándo canta en las fiestas la arma?

¿Sólo se dedica a los clásicos?

¿Se calla cuando uno quiere silencio?

Venga, decidme cómo es el amor.

Miré en el cenador

allí tampoco estaba.

Probé en el Támesis, cerca de Maidenhead,

Y en el aire tonificante de Brighton.

No sé lo que canta el mirlo

ni lo que decía el tulipán,

pero no estaba en el gallinero

ni debajo de la cama.

¿Puede hacer muecas extrañas?

¿Se marea con los balanceos?

¿Se pasa el día en las carreras

o haciendo chanchullos con alambres?

¿Tiene su propias ideas sobre el dinero?

¿Es lo bastante patriótico?

¿Sus chistes son vulgares pero divertidos?

Venga, decidme cómo es el amor.

Cuando venga, ¿será sin avisar?

mientras me esté hurgando la nariz?

¿Llamará a mi puerta por la mañana

o me pisará un dedo en el autobús?

¿Será como cuando cambia el tiempo?

¿Saludará con cortesía o sin educación?

¿Cambiará mi vida a fin de cuentas?

Venga, decidme cómo es el amor.


jueves, 24 de enero de 2008

Por que este blog tiene el nombre que tiene?, por alla por los finales de los años 70 y comienzo de los 80, cuando aun era un niño en proceso de crecer y querer vivir, uno de los oficios que tenia para ayudar a la familia era el de recolector de diarios que luego podia vender en el matadero Franklin, si hay entre San diego y Santa Rosa. Por lo general entre los diarios aparecian cosas misteriosas para mi, papeles, plasticos indesifrables, objetos de dudosa reputacion que recien hoy puedo adivinar para que servian, y entre esos raros objetos aparecieron dos libros que marcaron mi camino de lector; "Versos Sencillos" de Jose Martí, en una edicion pequeña de no mas de quince centimetros, tapa roja y encuadernacion dura que con los años de tanto prestar ya no volvio a mis manos, y el otro, es el que lleva el titulo de esta panfetlo que trata de ser algo, "La sangre y la esperanza" de Nicomedes Guzman, un libro de edicion normal, de tapa roja y negra y algo que no comprendia: Editorial Quimantu. Dos libros que representaron el primer tesoro al cual me aferre.
De Guzman ustedes pueden investigar en diferentes lugares, solo quiero abrirles el apetito para conocer su mundo.

"Primera parte. El coro de los perros.Capitulo I. La viruta.



Bajo, de una estatura que traicionaban apenas unos cuentos edificios de dos pisos, arrugados, polvorientos, el barrio era como un perro viejo abandonado por el amo.Si las lluvias y las nieves de aquellos años tuvieron para el azotes de inclemencia, el buen sol supo resarcirlo en su desamparo con las profundas caricias de sus manos afectuosamente calientes. Y hasta buscó, a la llegada de los crepúsculos, en los ojos turnios y lagañosos de sus ventanas, el reflejo de sus largas barbas, antes de despedirse del mundo y de los hombres.
Era la vida. Era su rudeza. Y eran sus compemsaciones.
Y nosotros, los chiquillos de aquella época, eramos el tiempo en eterno juego, burlando esa vida que, de miserable, se hacia heroica."......

La historia de Enrique es la historia de los pobres que hoy caminan por las calles de muchas ciudades.

Estan invitados pues a leerlo y me cuentan.

Tal vez lo encuentren en alguna libreria oficial o mas seguro que busquen en una de libros usados, por San Diego o Plaza Almagro.

Otros titulos de Nicomedes Guzman:
La Sangre y la esperanza I y II
Los Hombres Oscuros
Una moneda al rio y otros cuentos
De donde nace el alba
Los trece meses del año (novela inedita e inconclusa)

miércoles, 23 de enero de 2008

Quiero comenzar este blog con la poesia de un inmortal, con las letras de Cesar Vallejos , escritor peruano, que junto a Jose Santos Chocano dieron inmortalidad a la pluma de ese pais andino.
Quien era este hombre, aqui algo breve sobre el: Cesar Abraham Vallejos Mendoza, nacido en Santiago de Chuco el 16 de marzo del 1892, fallecido en paris el 15 de abril del 1938. Se le considero uno de los mas grandes poetas del siglo XX.
Aqui les regalo tres escritos entre muchos, actuales en lo personal y lo contingente.
Aqui les regalo "Los heraldos negros" "Nueve monstruos" y " Piedra negra sobre piedra blanca

Disfruten.



Los Heraldos negros


Hay golpes en la vida, tan fuertes ... ¡Yo no sé!

Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé!

Son pocos; pero son... Abren zanjas obscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé!




Nueve Monstruos

I, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de sér, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tánto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la arimética!
Jamás tánto cariño doloroso,
jamás tan cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tánta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rousseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!
Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás de perfíl,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar…
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardio!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tánto cajón,
tánto minuto, tánta
lagartija y tánta
inversión, tanto lejos y tánta sed de sed!
Señor Ministro de Salud; ¿qué hacer?
!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.





PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA


Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos...


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